Esta receta la he sacado de la revista Pronto. Es un postre que solo necesita frío y la revista asegura que tiene 261 calorías (me imagino que por ración). En la receta original, espolvorean chocolate en polvo por encima, como acabado final; yo esto lo he sustituido por chocolate negro de repostería triturado.
Ingredientes (para 6 copas pequeñas o 4 grandes)
100 g. de natillas de vainilla (2 natillas)
200 g. de queso cremoso para untar
12 bizcochos de soletilla
1 cucharada de cacao en polvo
1 tacita de leche
2 cucharadas de chocolate en polvo
o nuestra tableta de chocolate favorito
Mezcla las natillas y el queso en un cuenco. Para personas con poca fuerza, como yo, les aconsejo que utilicen la batidora con el accesorio de varilla, en 20 segundos ya lo tienes. Si eres bastante goloso, también puedes añadirle azúcar, prueba la mezcla hasta que te guste.
Distribuye los bizcochos en el fondo de las copas y añade la mezcla de queso y natillas. Para que se asiente cada capa, puedes darle unos toques a la copa con la mano.Espolvorea el cacao en polvo por encima, o puedes hacer lo mismo que hice yo, con la ayuda del picador de la batidora, picar como 6 o 9 onzas de tu chocolate favorito o el de repostería.
Yo elegí el de repostería porque creo que el chocolate negro le dará un mejor contraste que uno que lleve leche, ya que llevan mucha azúcar y el postre en general podría quedar demasiado empalagoso. Aunque si te gustan los postres muy dulces, un chocolate con leche es una buena opción; yo es que soy más de amargo y salado.
Nota: Si vas a utilizar la picadora con un chocolate de repostería, a la hora de fregar, para que te salga sin problemas el chocolate incrustado, caliéntala en el microondas unos 30 segundos con un poco de agua.
Lo que me ha sobrado lo he puesto en un vaso, para que aprecien las diferentes capas:
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