Las espinacas se pueden comer crudas, añadirlas a ensaladas...pero si no te gusta mucho su sabor crudo, lo mejor es que antes de consumirlas las escaldemos. Este proceso le quita el sabor amargo a las espinacas y fija un color verde vivo.
Para escaldar las espinacas pondremos un caldero con abundante agua a fuego alto. Cuando el agua esté hirviendo, echaremos las espinacas. Con la ayuda de una cuchara de madera o espumadera, empujaremos las espinacas hacia abajo ya que algunas no suelen empaparse, pero las espinacas encogerán muchísimo.
Solo las dejaremos en el caldero 5 minutos. Cuando pase el tiempo, podemos ponerlas en agua fría bajo el chorro, o ponerlas en un colador y sumergirlas en un bol de agua fría, que es lo que yo he optado por hacer.
La verdad es que yo soy más de espinaca cruda, y me ha sorprendido la gran diferencia de sabor con solo realizar este paso tan sencillo.
Después de escaldarlas, puedes saltearlas o seguir cocinándolas según la receta, aunque me imagino que cuanto más las cocines, más propiedades perderán.
Buenísimo, cuando las hagas con champiñones o queso tierno avisa xDD
ResponderEliminarGracias 😁
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